Que a la Majul y Lanata le pagaban fortunas por defenetrar a Cristina, hasta se justifica, somos pocos los que nos resistimos a Don Dinero y casi estamos dispuestos a disculparlos, puestos en la misma situación hay que ver si rechazamos.
Pero luego están los otros, los idiotas que se tragaron el cuento y le sirvieron en bandeja sus "pantallas" al cuento del tío.
Es la clase de idiota que no tiene salvación. Y que puso su vida en juego y perdió.
Lo lamento y no sólo por el idiota que, al fin y al cabo es una víctima, sino porque son esta clase de opiniones, como las de Anamá Ferreira o Katerin Fulop, opinando de política.
Cuando vayan a confiar en una opinión a ver si piensan bien quién la emite.