Las revistas parecen un género menor, pero son un buen acompañante para informar sobre la actualidad en cualquier tema.
Los medios digitales pusieron en tensión la preparación de recursos del predio Ferial donde se desarrolla la Feria del Libro 2016, el fenómeno de las convocatorias masivas a los desarrolladores de recursos y de autogestión en medios digitales es difícil de llevar al mundo real, justo por la razón por la que se desarrolla en los medios virtuales, lo masivo.
Para los que acostumbramos a administrar los medios digitales y tenemos que lidiar con el volumen, el contenido, los diseñadores del contenido, comprendemos que el pasar de un mundo al otro es cuestión de espacio, de tiempo, de gestión para la atención de recursos que no sólo son uno más otro, sino para el impacto en los diferentes medios, que a su vez cuenta con sus propias normas y usos; para la atención de las inquietudes, para el control de accesos, el filtro de personajes indeseables como los Troll, hackers y todo un mundo del que el usuario sólo ve un resultado.
La mayoría de las estrellas que brillan en esta constelación de la Internet, son autogestores, personajes que dominan los lenguajes virtuales y lo transfieren en un modo de comunicación, en muchos aspectos, la situación de la edad es un primer filtro.
En la Feria del Libro, con organizadores no nativos de la era digital, el desborde de llevar las estrellas de lo virtual al mundo real, es convertir conexiones que no ocupan espacio al espacio real físico de un pabellón en el predio La Rural.
La intención de incluir el fenómeno que muchos toman como los nuevos medios en donde proliferan nuevos sistemas de lenguaje se torna inmanejable cuando se intenta cambiar de medios.
Los booktubers, considerado un fenómeno de jóvenes ha sido tema de otros tantos encuentros, algunos lo definen como la atracción sólo por verlos y conseguir una firma; para alguien como yo, que pertenece a ambos mundos, el de blogger y el de los libros físicos, la situación no es muy diferente a la de los autores que se pasan horas firmando, la diferencia está en el producto.
En un caso hay un libro físico y una serie de opcionales que provee el arte editorial, la difusión, los medios de apoyo; en el otro, un misterio para el que no se interna en el mundo virtual de los booktuber, donde hay un lenguaje que relaciona las edades, los intereses, el mundo de contacto entre redes sociales.
Hay una diferencia entre el uso de redes sociales por parte de los no nativos, cuyo uso es el del reemplazo del teléfono prácticamente, y el de los nativos virtuales en los que la intervención de diferentes recursos, gráficos, videos, imágenes, ambientes, tecnología, gadgets conforman un conjunto de relaciones entre lenguajes que a veces parece críptico para el que espera los mismos propósitos que brinda un libro; sobre todo cuando parece un oxímoron que los booktubers muestran en video un libro, lo leen, lo comentan, generando la idea de que en vez de leerse el libro, con la elaboración propia que de ello deviene, hay un sistema de masticación previa, propuesta por el booktubers.
Con experiencia en mi propio medio virtual, revista literaria, medios de prensa, redes sociales, blogs, al ser además profesional informático, mi visión y punto de vista sobre la importancia de la tecnología y los medios digitales son diferentes a los usuales en el mismo rol, del mundo real.
Estuve en el encuentro de revistas y medios digitales que se realizó en la Feria, el día 3 de mayo, en Diálogos de Latinoamericanos que reunió a Directores de revistas literarias. La mayoría con una propuesta de digital, se habló de la mutación de la perspectiva del papel al medio digital y lo que flotó en el ambiente fue más bien cómo van ganando los medios digitales sus espacios, por sobre el papel. Con el peculiar título de “Tertulias de papel, encuentros en el aire”; reunió a los directores de revistas conocidas, literarias, que nacieron en papel y están en proceso de continuar por la vía digital, cuando no ya retiradas del papel. Los invitados, Dante Trujillo de Perú, con su revista El buen salvaje,
, Mario Jursich de Colombia con El malpensante, Guillermo Saavedra de Argentina con Las Ranas, Matilde Sánchez de Argentina con Ñ, Diego Peller con Otra Parte y la coordinación de Sylvia Saitta
El factor común es que son actores del mundo del papel escrito, actuando en medios virtuales, la visión de estos escritores es en referencia al contenido, pero si hay algo que tienen los booktubers es que son de circulación inversa, vienen el mundo virtual e intervienen en el real.
En mi propia experiencia, en la que llegando desde la tecnología, la literatura es un propósito común, actúo frente al problema editorial de diferente modo, el contenido, está a cargo de un director, Doctor en Letras, Roberto Ferro, pero el modo de impactar en el mundo virtual es completamente diferente al de el mundo real, el planteo de lectores, por ejemplo, no llegarán por recomendaciones o charlas, eso requiere de un interlocutor o dos, o varios; en internet hay miles, centenares de miles, no hay forma de llegar a ellos simplemente con los métodos habituales de publicidad o marketing tradicional de diarios o televisión, los medios son otros, tablets, celulares, dispositivos móviles y el principal factor, ser encontrado en las búsquedas.
En ese sentido, me congratula la revista Metaliteratura, de la cual soy WebMaster, blogger y SEO posicionamiento, escritora, que porta la mejor de las credenciales en Internet, con las palabras literatura latinoamericana, en Google, el buscador hegemónico, se la encuentra en la primera página, entre más de un millón y medio de vínculos.
Lo curioso es que nuestro medio es más conocido en espacios internacionales, lo que pude comprobar desde países como España, Francia, Italia, México cuando recibí señales de reconocimiento por parte de librerías y medios culturales.
En Argentina, aún hay esa grieta entre lo virtual y lo real, se nota en las palabras de una Matilde Sanchez, que desde su exposición en el encuentro expresa, casi con desprecio, el asombro por la convocatoria de los Youtuber, circuncribiendo el fenómeno de convocatoria al simple hecho de conseguir una firma, que por otra parte no es más que lo mismo que los chicos de la cola en Chanti, la diferencia está en el lenguaje, en Chanti el genial autor en papel de El mayor y el menor, en los Youtuber, un lenguaje integrador entre cuerpo, cara, imagen, imaginación y recursos tecnológicos.
Evidentemente hay un muro entre lenguajes y comprensión de medios que tiene que ver con esta época en la que la tecnología genera la brecha.
Según mi visión, la mejor forma de convocar a estas estrellas del firmamento virtual es el medio en el mejor desarrollan su potencial, el virtual, con nuevas y mejores tecnologías, las aulas virtuales accesibles lo más adecuado es generar un pabellón virtual y un acceso virtual como suelen hacerse en los campus virtuales.
Qué significaría para la Feria, lo mismo que ahora, acceso pago, a través de los medios que los jóvenes manejan mejor que nadie, pago a través de medios virtuales.
Aunque el espíritu de la Feria es “del autor al lector”, las nuevas tecnologías tal vez impone flexibilidad.
