Los cambios de tiempo implican normalmente un cambio en el interior de los armarios. Es decir, sacamos la ropa de verano de las perchas y la sustituimos por la de invierno. Normalmente, los meses fríos implican mucho más volumen de vestuario, en el sentido de que debemos tener a mano chaquetas y chaquetones, abrigos, bufandas, sombreros o botas, así como pantalones, faldas o camisas de tela más gruesa para guarecer del tiempo. Ello nos lleva a la inevitable conclusión: el mencionado mueble, esencial en todos los hogares, debe tener una capacidad lo bastante amplia y notable como para albergar tal cantidad de pertenencias, calzado y complementos. Si no lo tenemos, tal vez sea ahora el momento de pensar en hacernos un regalo de Navidad, uno que realmente merezca la pena en cuanto a inversión económica, funcionalidad y estética.

Esos tres ejes no son cajones estancos, están íntimamente interrelacionados entre sí. La funcionalidad es todavía mayor si usamos nuestro dinero en armarios a medida, ya que entonces podemos personalizar altura, anchura y fondo; y en cuanto a dicha estética, también es posible adquirir una que no venga de fábrica por defecto si, por ejemplo, escogemos las puertas que más nos gusten. Pueden ser del mismo color o un color opuesto para contrastar, lisas o con adornos geométricos, con o sin espejo si nos gusta poder vernos de cuerpo entero cuando nos vestimos sea cual sea la época del año en la que estemos y, por tanto, el vestuario que tengamos a mano, etc. La relación final entre la calidad y el precio en todos estos casos será lógica y adecuada y, ante todo, rentable, pues también podemos conseguir piezas duraderas y resistentes que no se estropearán durante muchos años.

Por último y para concluir, tenemos que encontrar una buena tienda especializada en muebles; sobre todo en este tipo de mueble en concreto, en sus numerosos modelos y en puertas de armario de toda clase. Además, internet suele ofrecer un catálogo lo bastante amplio, ya que no se supedita a la fuerza al stock disponible a un almacén físico que, por espacio y logística, a veces es limitado.