La salud visual es fundamental, por ello, es recomendable someternos a revisiones oculares desde el mismo momento en que percibamos que algo no marcha bien a la hora de enfocar de lejos o de cerca. El ojo es un órgano vital que dirige nuestro día a día, sobre todo, en algunas actividades en las que un defecto visual puede tener consecuencias graves para nosotros y para los demás, como por ejemplo, en la conducción. Por otro lado, menos grave, se situarían las dificultades para enfocar las palabras (presbicia) a la hora de leer, coser... o, distinguir (miopía) personas, lugares que se encuentran a cierta distancia.
Lograr ver bien no tendría por qué ser un lujo, pero, lo cierto es que según el tipo de lentes que necesitemos, su alto precio, las convierte en un artículo de lujo que, sólo algunos, pueden permitirse. Las más costosas son las gafas progresivas, un tipo de lente imprescindible para las personas mayores. Renunciar por su precio a las progresivas, les obliga a tener que estar constantemente cambiando sus lentes de lejos o de cerca, de acuerdo a las necesidades a desarrollar a lo largo del día.
No hace falta hacer mención, porque ya todos somos conocedores de las limitaciones económicas de nuestros mayores en la jubilación, a lo que perciben en concepto de pensiones. Y, aunque algunas ópticas ofrecen descuentos a partir de cierta edad, su precio sigue siendo un obstáculo. No debería ser así, pero es una realidad.
De tal manera que, el único recurso de que disponen es el de recurrir a los créditos en 10 minutos, pequeñas cantidades de dinero que se solicitan online y que les posibilitan hacer frente al precio que hay que abonar para disponer de unas lentes progresivas, cristales que les permitan vivir el día a día, de forma más sencilla y cómoda. Porque, sinceramente, las personas mayores poco pueden ahorrar y, en algunas ocasiones, incluso tienen que hacer algún que otro favor económico a sus hijos y nietos. Pedir un microcrédito puede ser una de sus pocas alternativas viables. Eso sí, antes de contratar nada, hemos de informarnos de las condiciones de la financiación. El objetivo es facilitar, en ningún caso, empeorar la situación.