Hubo dos cambios profundos en cuando a tecnología de diseño de sitios, el uno, impactó sobre el otro. El primero es el cambio de hábito de los consumidores, si bien se mantiene creciente el hecho de que el uso del celular es principalmente usado para consultas, y las compras se realizan por PC o tablets, es también creciente el número de aplicaciones que facilitan la compra, por lo tanto el ecommerce se está mudando a los celulares, y aunque el porcentaje de preferencias sigue estando en la PC, el análisis de tendencias indica que es conveniente prepararse para estrategias de ecommerce en el celular.
Por lo mismo, el principal aliado de todo nuevo negocio, el posicionamiento en buscadores, debe tener en cuenta esa opción.
En dónde está la diferencia o qué cambia las perspectivas para un SEO posicionamiento: principalmente en la forma de la programación de los sitios, si antes alcanzaba con que un sitio no boicoteara el proceso de posicionamiento, ahora es necesario que aporte.
Las aplicaciones presentan un problema parecido al de los blogs: son todos iguales en programación y en habilidades para mostrar contenidos, lo que hace difícil la diferenciación, desde el punto de vista formal, no es que los blogs no sirvan, al contrario, con una buena estrategia, ayudan, pero sostener la visibilidad o difusión en el sistema de programación de un blogs, el tipo de contenido llamado sindicatura o de Feed, es arduo y por lo tanto costoso, lo que ha llevado a la conclusión de que a los negocios les conviene un sitio y tener un blog de apoyo, pero no como principal recurso. Esto lo han entendido también los desarrolladores de blogs, Google, que cuenta con su Blogspot, ha diseñado un procedimiento que propaga contenido de blogs en la blogsfera, donde tiene en cuenta la particularidad de la no distinción del código y clasifica en forma automática una organización de la programación muy precisa, en lenguaje preciso: el XML. En otras palabras, los blogs aportan, pero no son de gran ayuda a la hora de diferenciarse de la competencia.
A las aplicaciones, las app, les pasa otro tanto, no puede diferenciarse lo suficiente, sobre todo porque están “acomodadas” a las mínimas necesidades de visión del celular, en tamaño, en propuestas, son simples, lo más despojadas posibles y son estandarizadas, de manera que diferenciar unas de otras le pone difícil el camino a los buscadores, ello implica que las empresas deben seguir afinando sus estrategias con los sitios, pero agregarle las aplicaciones que se utilizaran en Internet.
Pero siempre está la otra cuestión: mantener la originalidad de sitios, también en el celular, no recurrir a aplicaciones adocenadas es una opción interesante, diferente, y por lo tanto riesgosa, pero la sencillez aplaca los fantasmas.
Que los contenidos puedan accederse desde los celulares y realizar compras no implica necesariamente instalar una aplicación, aunque se les reconoce la utilidad, la facilidad el “todo resuelto” y la comodidad de bajarlas de la tiendita, pero el éxito es tanto o más importante como todo eso.
La revolución de las app está instalada, y los primeros que se suben a ellas son los que inician las tendencias, pero como siempre, en los negocios, es la diferenciación la que termina ganando.
Por ahora, es bueno subirse a la revolución de los celulares, pero hay que tener prudencia al momento de decidir cómo se hará, de qué manera, con qué estrategias.