En los tiempos actuales, la palabra «autocuidados», del inglés selfcare, se ha vuelto muy popular. No hay una sola explicación de por qué ha sido así, ha sido una consecuencia multifactorial. Por ejemplo, el auge del discurso de la salud mental, que, quizá por primera vez, visibiliza experiencias de ansiedad y depresión antes ninguneadas. Los autocuidados, por lo tanto, son todas aquellas acciones, no necesariamente fáciles ni divertidas, que hacemos para cuidar nuestra mente y, por extensión, nuestro cuerpo. Hacer deporte incluso esos días en los que nos apetece estar tumbados en la cama mirando al techo es un ejemplo de ello, pero otro bien puede ser el cuidado de la piel mediante rutinas de hidratación y limpieza. Podemos hacerlas en casa a diario, pero de vez en cuando, por qué no, tenemos la posibilidad de acudir a un centro de estética de Barcelona.

De hecho, si nunca antes nos hemos tomado demasiado en serio el cuidado de la piel y, en específico, de la cara mediante tónicos, cremas o mascarillas, puede que acudir a uno de estos centros sea una manera práctica y directa de aprender, estimular nuestras ganas y motivarnos a iniciar dichas rutinas. Porque en un centro estético, para empezar, encontramos a numerosos profesionales que nos pueden asesorar en todos los sentidos posibles: desde qué tipo de productos son los ideales para nosotros/as según nuestro tipo de piel, hasta cuál es la mejor manera de aplicarlos y con qué frecuencia. La prueba piloto, por así decirlo, bien puede ser solicitar en el centro al que vayamos uno entre los mejores y más adecuados tratamientos faciales de Barcelona. Efectivamente, la ciudad escogida como ejemplo, es también paradigma de calidad en cuanto al heho de dispensar estos servicios.

Si la experiencia es positiva, y con toda seguridad lo será, sabremos cómo actuar a partir de entonces en nuestro propio hogar, qué cremas y otras utilidades tendremos que adquirir y cuál empezará a ser nuestra rutina. Eso sí, si nos hemos quedado con las ganas de que un profesional mime nuestra piel, siempre podemos volver, en cualquier momento, y probar nuevos tratamientos corporales en Barcelona.